La belleza de un suelo de madera natural es insustituible y, aunque pueda parecer muy complicado su cuidado, la verdad es que solo hay que seguir unos cuantos consejos para que nos dure mucho, mucho tiempo. Sigue leyendo para saber cómo.
1. NO USES CALZADO DE CALLE EN CASA
Las ceras y barnices que protegen los suelos de madera pueden verse estropeados cuando arañamos sobre ellos las piedrecitas, la arena o cualquier otro objeto que podamos tener en la suela de nuestros zapatos. Por eso es una buena costumbre quitarse los zapatos nada más entrar en casa.
Si tienes espacio en tu recibidor, un armario o un mueble zapatero nos permitirá descalzarnos nada más entrar y tenerlo todo ordenado. Puedes ver ideas de recibidores en nuestro artículo Recibidores al detalle.
2. PROTEGE EL SUELO CON ALFOMBRAS
Si no te es posible incluir un zapatero en el recibidor, protege el suelo de la entrada con una alfombra. Te permitirá alargar considerablemente la vida de tu suelo, ya que el recibidor es una de las partes de la casa en las que más se estropea.
También recomendamos poner alfombras en aquellas zonas de la casa donde es habitual el movimiento de muebles.
En la zona del comedor, en el despacho, en el dormitorio de los niños el movimiento de las sillas puede estropear considerablemente el suelo; así que la mejor solución es cubrir este espacio con una alfombra.
En nuestro artículo Consejos imprescindibles para elegir bien tus alfombras te damos todos los trucos que necesitas para dar con la alfombra perfecta.
3. COLOCA FIELTRO EN LAS PATAS DE TUS MUEBLES
Otra forma de proteger el suelo en aquellas zonas en las que no puedas poner alfombras es calzar tus muebles con protectores de fieltro. No coloques en tu casa ningún mueble sin proteger sus patas. Así, si en un futuro tienes la necesidad de moverlo te resultará más fácil y será más seguro para tu suelo.
4. CUIDADO CON LA HUMEDAD Y EL SOL
A menudo no tenemos en cuenta que el mayor enemigo de los suelos de madera es la humedad. Por lo que, para su limpieza, aparte de limpiadores específicos con PH neutro, deberemos escurrir muy, muy, muy bien la fregona. No necesitamos que esté empapada, más bien ligeramente húmeda, nada más.
Mantener la casa en torno a unos niveles estables de unos 40-60% de humedad y unos 18º-25º también ayudará a que tu suelo de madera no se estropee a causa de constantes dilataciones y contracciones producidas por estos cambios ambientales.
Pero si necesitas que sea resistente a la humedad, porque tienes mascotas, por ejemplo, también en el mercado puedes encontrar modelos con tratamientos específicos para la humedad. Con un sistema que los convierte en hidrófugos, soportan la presencia de líquidos hasta 24 horas después de que hayan sido derramados.
Si recibes luz solar directa sobre tu suelo de madera y se está comiendo el color, una buena solución es cubrir tus ventanas con cortinas, estores o screens para minimizar la incidencia de los rayos sobre él.
En nuestro artículo Los errores decorativos más frecuentes y cómo evitarlos, parte II, te contamos por qué no vestir las ventanas es un error que no debes cometer.
5. SI YA ES TARDE…
Repara cuanto antes; así evitarás que por la parte deteriorada se cuele humedad o partículas que puedan estropear más el suelo, causando mayores problemas y sobrecostes.
En el mercado hay pastas especiales para la reparación de suelos de madera.
La aplicación de aceites o barnices por parte de un profesional puede ser una buena forma de mantenerlo en buen estado y retrasar la necesidad de acuchillar o cambiar el suelo. También los tienes mates si no te gustan los brillos.
No utilices ceras para abrillantar: crean una película sobre la que se adhiere la suciedad y resulta muy complicado de quitar.
5. SI YA ES MUY TARDE…
Para mantenerlo perfecto, el suelo de madera debería acuchillarse, como mucho, cada diez años.
Si tu suelo de madera ya no permite más acuchillados y es hora de cambiarlo valora poner otro suelo encima del suelo antiguo. Eso te ahorrará tiempo, complicaciones y dinero.
El único requisito que debe tener la solera actual es que esté bien nivelada y no presente desperfectos.