Solos o formando una composición, los cuadros son un recurso indispensable en decoración por su gran valor estético. Pero tener la galería perfecta no es tan fácil como parece. Colgar bien tus cuadros es todo un arte que hoy vamos a ayudarte a desentrañar. Toma buena nota de estos trucos y prepárate para presumir de paredes.
Muchas veces a la hora de decorar nos olvidamos de las paredes o los techos y son muchas las alternativas que estos nos pueden ofrecer para reforzar el estilo decorativo. Una habitación con las cuatro paredes desnudas es como un jardín sin flores o, más propiamente hablando, como una casa sin terminar. En cada espacio, en al menos una de sus paredes debería pasar algo interesante. Y uno de los recursos más usados para este fin es colgar cuadros en ellas, ya sea uno grande, adaptado al espacio, o varios pequeños formando una composición. Pero antes de coger el taladro hay una serie de reglas que deberíamos conocer para que nuestra galería de arte no se convierta en la galería de los horrores.
1. ACERTAR CON EL TAMAÑO
Para que el cuadro o composición que vas a colgar quede equilibrado con el objeto que tiene debajo, ya sea éste el sofá, la cama o un mueble, sigue la regla de los 3/4. Esta regla dice que lo que quieras suspender de la pared debe ocupar al menos 3/4 del objeto sobre el que se asentará. Así pues, si tienes un sofá de 2 metros, tu cuadro o composición debería medir metro y medio o más, pero siempre sin salirse de las líneas que marca el mueble.
Si además de cuadros quieres colgar estanterías o, en el caso de decorar la pared de un aparador, vas a poner una lámpara y otros objetos, ten en cuenta que la regla de los 3/4 debe incluir la composición total; es decir, los cuadros pueden medir menos o descentrarse, siempre y cuando el conjunto quede integrado en los 3/4 del mueble.
2. ACERTAR CON LA ALTURA
Si el cuadro o composición son los protagonistas de decorar una pared entera en solitario debes tener en cuenta el punto de vista del ojo humano. Para que no queden muy altos o muy bajos, el punto central del cuadro o composición debería estar en una línea a 1,6 metros del suelo, aproximadamente.
Aplica siempre esta regla. A menos que busques dar un enfoque dramático y mucha personalidad a la pared con un horrorvacui, que consiste en llenar el espacio lo más posible.
Para que un cuadro o una composición se vea equilibrada sobre cualquier mueble, el cabecero, el aparador, etc., debes situarlo de 15 a 30 cm sobre el mueble. Así, ambos elementos pueden respirar y se conjugan a la perfección.
Si al aplicar esta regla, el cuadro o la composición queda demasiado pegada al techo, ese no es el lugar en el que debes ponerlo. Aunque un recurso que te puede ayudar, y que además es super estético y facilísimo de aplicar es apoyarlo directamente sobre el mueble. ¡Y adiós a los agujeros en la pared!
3. ACERTAR CON LA COMPOSICIÓN
Cuando tenemos un conjunto de cuadros hay que elegir cómo los vamos a colocar. En esto hay todo un mundo por explorar, pero, siendo breves y prácticos, te aconsejamos estos esquemas básicos con los que nunca vas a fallar.
Simétrico
Es aquella composición que mantiene todos los cuadros dentro de un cuadrado o un rectángulo de forma simétrica
Tetris
Sería la composición que, estando dentro de un rectángulo, se forma con cuadros de diferentes alturas y orientaciones
Collage
En esta composición no solo se cuelgan cuadros, sino también espejos y cualquier otro objeto, de diferentes formas y tamaños, para crear un mix & match que aporte mucha personalidad a tu pared. ¡A lo loco!
En línea
Dibuja una línea el la pared con cinta de carrocero y sitúa los cuadros por encima y por debajo de la misma cuidando que la composición quede equilibrada.
Nube
Como su nombre indica, consiste en colocar los cuadros de forma «ordenadamente desordenada», de tal forma que simulen un efecto nube.
En estantes
¡La forma más fácil! Cuelga un par de estantes, mejor si son de los que tienen una pestañita en el filo para que no se escurran y se caigan, y sitúa los cuadros de forma desordenada. La clave está en la superposición
Guías
Colgar tus cuadros en guías es la mejor forma de renovarlos cuando quieras sin la pesadez de estar tapando agujeros y haciendo otros nuevos. Pueden ser vistas o más discretas. Para gustos, colores. Por algo es la forma universal de colgar cuadros en museos y galerías, ¿no te parece?
4. ACERTAR CON LA SEPARACIÓN
En esto no hay reglas escritas. Dependerá del tamaño de los cuadros, de la forma de los marcos y del efecto que quieras conseguir, entre otros. ¡Pero asegúrate de que queda bien antes de colgarlos! ¿Cómo? Sírvete de papel, tijeras y cinta de carrocero y recorta pedacitos del tamaño de cada cuadro que quieras colgar. Por último, practica tu composición directamente en la pared. ¡Y listo!
Por supuesto, también te puedes saltar esta regla si quieres conseguir este efecto tan chulo.
5. TIPS EXTRA
Ahora ya sí podemos enfrentarnos a la pared con el taladro. Pero antes, sigue estos consejos para ahorrarte trabajo.
- El nivel es tu mejor amigo. ¡Úsalo siempre!
- Para acertar a la primera con el lugar exacto en el que has de hacer los agujeros, impregna las sujeciones que lleva el marco con un poquito de pasta de dientes y acércalo a la pared. La pasta dejará una marca que indica dónde tienes que empezar a taladrar.
- Para evitar que el polvo se desparrame por muebles y suelo, coloca un sobre abierto, pegado a la pared con cinta de carrocero, justo debajo del sitio en el que vas a taladrar. El sobre recogerá la mayoría de desperdicio. ¡Magia!
Tener una galería de arte digna de cualquier museo está al alcance de todos. Sólo necesitas seguir estas reglas y divertirte probando. ¡Arriba la imaginación!