Una buhardilla en el centro.
En pleno centro de la capital de España, se encuentra esta buhardilla que debía someterse a una gran reforma para convertirse en la casa de ensueño de su joven propietaria.
La casa ya había sufrido una reforma anterior recientemente, por lo que se respetó la distribución actual y los trabajos se centraron en una actualización de todos los elementos.
Concepto abierto
El espacio se compone de una planta abierta, donde conviven cocina, comedor y salón, y un altillo donde se instalan el despacho y el rincón de lectura. Completan la vivienda un aseo, una habitación de invitados y el dormitorio principal en suite.
El gran espacio diáfano de la zona de estar conserva la chimenea y las vigas originales de la casa que imprimen al espacio el carácter añejo del edificio que tanto le gusta a la propietaria. A esta escena cálida y acogedora contribuye el laminado de roble de gran personalidad que cubre el suelo.
La chimenea se convierte en el punto focal de la estancia. Para resaltar la belleza de su sencillez, se eligió mantenerla pintada en blanco y enmarcarla con papel pintado y muebles de madera.
Las baldas, que albergan algunas de las cosas vintage que la propietaria colecciona, flotan en un bosque de verdes y beiges que imprimen profundidad a la pared y hacen que la chimenea resalte y sea la total protagonista.
Maderas, fibras naturales y colores tierra contribuyen a que el bosque del papel pintado entre en la estancia ganando en calidez y confort.
Flanquean la zona de tertulia dos butacas estilo Mid-Century tapizadas en el mismo tono que el sofá que estilizan y completan este espacio cálido y abrazador.
En la zona de comedor nos encontramos con una gran mesa cuadrada para seis comensales cuyo pie es un tronco de árbol. De esta manera, el bosque del papel pintado de la pared de la chimenea llega hasta aquí y se genera un diálogo coherente en todo el espacio.
Durmiendo en el mediterráneo
En el dormitorio principal se tenía que potenciar la altura de más de tres metros de la pared del cabecero. Para ello, se eligió este mural de Coordonné que queda espectacular y que nos invita al relax con su bucólica escena de isla griega.
Sacando espacio extra
En la parte de arriba se encuentra el despacho, que también tiene zona de lectura con una comodísima chaise longue diseño del estudio.
Al fondo, un rincón muy especial, con algunos de los objetos más antiguos y carismáticos de la propietaria. El sofá se hace cama para albergar a algún invitado extra.
Una buhardilla llena de posibilidades, sutil y acogedora, que te envuelve con su hospitalidad y que refleja la personalidad afable de su propietaria.