Un piso para alquilar con mucho potencial
Un semana nada más tardó este pisazo en la calle Hermosilla de Madrid en alquilarse gracias a una decoración integral muy cuidada. Maderas y colores neutros para crear un ambiente relajante y sosegado en el que cualquier inquilino se vería cómodamente viviendo.
Al apartamento se accedía directamente a la zona reservada para el comedor; por lo que la prioridad en este espacio era independizar ambas estancias.
Por un lado, se creó un hall, antes inexistente, diseñando una estantería ligera y abierta que ocultase el comedor al primer vistazo, pero que permitiese el acceso de la luz sin resultar pesada visualmente.
Se conseguía así también situar frente al armario ropero de la entrada, a modo de vaciabolsillos, un lugar de almacenaje para depositar las llaves y otros objetos.
La zona de comedor queda delimitada por un papel pintado en el mismo tono topo que tienen los muebles de la cocina.
Además su dibujo geométrico replica la forma ovalada de la lámpara de techo, que pone el acento dorado en un comedor que continúa con el patrón de maderas naturales y blancos que hay en toda la vivienda.
Desde el comedor llegamos a la cocina, distribuida en línea. Su mobiliario sin tiradores y en un elegante tono topo hacen que esta cocina se vea muy limpia y luminosa.
A esto también contribuye la ausencia de campana extractora en el techo, ya que ésta está integrada en la misma placa de inducción, lo que permite continuar con las líneas rectas y la sensación de orden y pulcritud.
Como encimera, un mármol con veta en los mismos tonos de los muebles que trepa hasta el frente de la cocina subraya esa imagen de nitidez y limpieza que se buscaba.
Todos estos detalles contribuyen a que, a pesar de ser una cocina abierta al salón, se integre a la perfección en el espacio.
Una barra alta con dos taburetes sirve como elemento separador de ambos ambientes y hace las veces de desayunador.
Al salón se accede tanto desde el hall de entrada como desde la cocina. Se crea así un paso circular entre estos ambientes.
El ambiente sereno y relajado continúa en la zona del salón, con muebles de madera y colores neutros cálidos. Ponen el contrapunto ligeros toques de dorado, que ya viéramos en el comedor, y notas de azul.
El paso a la zona de noche se realiza por un pasillo largo y estrecho que se acortó visualmente con una galería de fotos en blanco y negro con imágenes urbanas.
Se aprovechó un hueco con ventana para situar el despacho.
Se quiso dar privacidad a este espacio pero sin perder la luz que entra por la ventana y baña el pasillo; por lo que se diseñó una pared de cristal en la que se redujeron al máximo los perfiles de hierro.
Para el diseño de este despacho se optó por un estilo minimalista y contemporáneo con una combinación de madera y negro. Resulta un espacio moderno y ordenado donde poder trabajar sin interrupciones.
Avanzando por el pasillo se llega a la zona de dormitorios.
El primero que nos encontramos es el dormitorio de invitados, en el que se continúa con la madera natural y los neutros para crear un espacio acogedor en el que descansar plácidamente.
Al dormitorio principal se accede por un baño con la zona de lavabos abierta y dos cabinas cerradas a cada lado: una para el inodoro y otra para la ducha.
El baño presenta un aspecto muy pulido, como una luminosa caja de mármol blanco con suaves vetas en topo.
El toque cálido lo aporta el gran mueble suspendido de madera natural, sobre el que se apoya un lavabo blanco de grandes dimensiones.
Completan la imagen pulcra y ordenada unos accesorios en negro mate discretos y de formas sencillas.
Llegamos al dormitorio principal donde dos grandes hileras de armarios con puertas lacadas en blanco sin tirador flanquean ambos lados de la cama. La atmósfera sosegada se consigue con la combinación de los arenas y los grises, con un sutil toque de negro.
Una vivienda concebida para alquilar pero con todo lujo de detalles y para todos los gustos. ¡La magia de una cuidada decoración integral!